Ortodoncia, no solo un tratamiento estético. 

Para la mayoría de las personas, el beneficio más obvio del tratamiento ortodóncico es poder lucir una sonrisa bonita. Sin embargo, tener los dientes y los maxilares bien alineados contribuye a mantener una boca sana y mejorar la salud general.

Los dientes mal alineados y apiñados son difíciles de mantener limpios y en buenas condiciones. Esta mala higiene bucal puede causar caries, empeorar la enfermedad de las encías e incluso llegar a provocar la pérdida de piezas dentales.

Algunos problemas ortodóncicos pueden provocar un desgaste desigual de las superficies dentales, una masticación ineficiente, una excesiva presión sobre las encías y sobre el hueso alveolar, que sirve de soporte a los dientes, o una sobrecarga de las articulaciones temporomandibulares y los músculos masticatorios. Estos problemas pueden contribuir a provocar ciertos dolores de cabeza crónicos así como dolor en la cara o el cuello. Además, cada vez es más clara la relación entre las maloclusiones, que son  y problemas respiratorios que pueden tener relación con otras enfermedades como la obesidad o la diabetes.

¿En qué consiste el tratamiento de ortodoncia?

A todos cuando nos hablan de ortodoncia nos viene a la cabeza los brackets pero no solo es eso.

No obstante, además de ortodoncia -mover dientes-  con otro tipo de aparatos podemos hacer ortopedia -mover huesos- cambiando la estética facial de una manera más profunda.

Esto quiere decir que además de alinear dientes podemos cambiar los perfiles faciales. Para esto lo ideal es hacerlo cuando todavía hay crecimiento, de niños, muchas veces incluso años antes de colocar los brackets dado que  reduce y facilita mucho el tratamiento con brackets

¿Ortodoncia en adultos?

Sí, cada vez es más frecuente y necesaria. Convivir con una maloclusión durante años trae consecuencias a largo plazo que requieren -si el paciente quiere una solución integral que consiga funcionalidad, estética y armonía-  pasar por un tratamiento de ortodoncia.

Así, es imprescindible que los niños sean evaluados por un especialista cuanto antes (6-8años) para valorar la necesidad de tratamiento y si esto es así comenzar lo antes posible  ya que hay ciertos problemas en los que una intervención precoz es fundamental.

Y por otro lado, debemos dejar de ver los brackets como un tratamiento exclusivo de niños siendo necesario también en adultos.